Navegando por el Estigia

Cerbero nos da paso y Caronte nos espera. ¿Traes tu moneda en la boca? Aquí, en el Hades, la vida es más tranquila. Los pensamientos fluyen, locos, sin principio ni fin, sin pies ni cabeza, bastante tienen con guardar la compostura al otro lado de la morada.

miércoles, abril 28, 2004

Esperé a que las gotas comenzaran a besar las aceras para lanzarme a recorrer las calles, para bajar al encuentro con la ciudad, para sumirme en el letargo del paseo tranquilo en un día plomizo.
Las gentes corrían a los portales y apenas quedaba un alma perdida alternando los pies por las desoladas rúas: la mía.
El sol invita al disfrute, a la vitalidad, a la búsqueda incansable de una diversión momentánea, de una felicidad infinita.
La lluvia, en cambio, proporciona el sosiego, el pensamiento, el encuentro solitario donde nada espera y todo fluye, como el agua que choca silenciosa contra el suelo y huye al refugio de las alcantarillas.